Gozar y sufrir
Después de un primer tiempo a pleno que Racing se llevó por 3-0, el equipo tuvo una caída de nivel y terminó con una victoria apretada (4-3) ante Defensa y Justicia, por la 18ª de la Liga. Así cortó una racha de diez años sin triunfos frente a este rival.
El primer tiempo resumió aquello que Racing hizo bien durante buena parte de la temporada: presencia permanente en ataque, recuperación de pelota para alejar al rival de su zona y eficacia en los metros finales. Hubo matices, claro, porque la primera ocasión clara –un tiro penal de Adrián Martínez- no terminó en la red y porque en un par de maniobras, Defensa y Justicia exigió lo mejor de Gabriel Arias (un remate de lejos de Molinas y un cabezazo de Miritello que el arquero frustró de manera notable).
La tendencia firme, de todos modos, fue la un de Racing preponderante, con circulación y profundidad que se sobrepuso al inconveniente de aquel penal. Maravilla se repuso por duplicado con dos definiciones exquisitas y Gastón Martirena hizo su aporte de media distancia.
Nada permitía sospechar que la chapa final sería la de 4-3. Porque hasta poco después de los 20 minutos de la segunda parte no había indicios de que el visitante pudiera recortar la diferencia. Una maniobra de Ramírez de derecha al centro con exacta definición (24 minutos) y un penal que no parecía urgente (cruce de Martirena sobre la banda derecha contra Ramírez, a los 30) pusieron a tiro a Defensa y Justicia y en zozobra a Racing. Luego 3-2 no se agregaron capítulos para el temor, sobre todo porque Maxi Salas dio tranquilidad con gambeta ante Bologna y definición de zurda. Otro descuento, este de Molinas a los 47, no alteró la victoria pero sí envío señales sobre el futuro inmediato para implementar las correcciones indispensables.