Repite con Sarmiento
La visita a Junín concluyó con derrota 1-0, que tuvo muchos puntos en común con la del primer semestre más allá del resultado: dominio de pelota, poca eficacia para vulnerar a una defensa cerrada y un rival que sacó renta máxima de las pocas chances quer tuvo.
Lo que se insinuó de inmedato, también se diluyó en un instante. En poco más de 10 minutos Racing, en su visita a Sarmiento en Junín, parecía tener la receta para superar los obstáculos que el local imponía con su abroquelamiento en propio terreno. Con eje en Almendra y buena circulación, Racing tuvo dos chances claras: la primera, con Adrián Martínez frente a Acosta, tuvo una definición imprecisa; la segunda, con un zurdazo externo de Salas, fue resuelta por el arquero de Sarmiento con un manotazo sobre el travesaño.
Sarmiento no generaba inquietudes, corría atrás de la pelota y se adivinaba una tendencia favorable… hasta que de un lateral largo, al centro del área grande, la pelota peinada por Méndez derivó en un rebote hacia atrás que Naya convirtió graciás al ligero desvío en Colombo. Racing, con debilidad reconocida para dar vuelta un marcador adverso y también para obtener un resultado positivo cuando no tiene juego armónico, cumplió esas dos profecías. Porque si bien marcó la posesión y jugó siempre en campo de Sarmiento, pocas veces tradujo ese dominio en ataques nítidos. Apenas una vez estuvo cerca del festejo con un pase filtrado que Maravilla Martínez controló y resolvió con derecha, pero que Gho rechazó justo en la línea de gol.
No hubo mucho más, salvo la certeza de que la regularidad en el buen nivel es un requisito indispensable para sostener pretensiones de competitividad e ilusiones de título.
