Debut y victoria en la sudamericana

Debut y victoria en la sudamericana

Un cabezazo de Miranda en el minuto 90 le dio a Racing la victoria 1-0 ante River de Montevideo, en el estadio Centenario, en el inicio del Grupo B de la Copa Sudamericana. El triunfo debió haber llegado antes, pero Ichazo, arquero local, lo impidió.

No termina hasta que se termina. La frase, acuñada en el deporte profesional de los Estados Unidos, se aplica a la perfección: el centro exacto de Nery Domínguez para la cabeza de Leonel Miranda venció la resistencia de Ichazo en el minuto 90. El arquero local había sido la explicación de la demora en la ventaja de Racing. Tres veces había frustrado situaciones nítidas que deberían haber puesto coherencia entre desarrollo del partido y marcador.

Es un signo de los tiempos recientes: a Racing no le juegan de frente. Como una repetición de la última presentación en la Copa de la LPF ante Sarmiento, el debut en la Copa Sudamericana frente a River, en Montevideo, tuvo mucho de aquel antecedente. El local hizo una elección férrea, con mínimas alteraciones: reducir la mitad del campo más próxima a su arco, renunciar a la posesión (proporción de 75-25 en el primer tiempo para la Academia) y confiar en que alguna réplica aislada, desgajada del desarrollo, lo acercara a Chila Gómez. Con campo y pelota, Racing repitió la paciencia, la circulación al ras y la confección para ubicar el instante para el pase filoso en ventaja.

Charly Alcaraz lo hizo un par de veces y Facundo Mura quedó de cara a Ichazo: en la primera, el arquero le local le tapó con una pierna lo que parecía el 1-0 y, en la segunda, un offside mal sancionado privó a Racing de otra chance clara. Como también sucedió el sábado último, al equipo le costó traducir ese monopolio del juego en mayor cantidad de ocasiones favorables porque faltó más aceleración en el último tercio del terreno y desborde como opción a las proyecciones de los laterales.

La radiografía del primer tiempo se alteró levemente en el segundo por un ligero adelantamiento de River, que duró una brevedad. El conjunto uruguayo -acabó con 11 de regalo, porque las amarillas con que el árbitro ecuatoriano Guillermo Guerrero sancionó a Clar y a Aja por violentas infracciones a Copetti y Chancalay debieron haber sido rojas- dispuso de un par de chances por una razón: Racing cargó la zona ajena con casi toda su dotación y, en dos contras, quedó expuesto. Una notable intervención de Chila Gómez y una imprecisa definición de Borbas impidieron la injusticia. Porque Racing, aun con esos desajustes, volvió a concentrar el balón y a darle trabajo continuo a Ichazo. Un remate desviado a Jonatan Gómez, otro a Rojas y dos disparos de Copetti que se perdieron por nada fueron argumentos suficientes para que la victoria llegara antes, pero la espera tuvo su recompensa.

Fuente: Prensa oficial Racing.

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