Victoria frente al Bicho
Racing jamás dejó de buscar ante un rival que complicado como Argentinos y llegó al triunfo en los últimos minutos, con un cabezazo de Galván que terminó en gol en contra de Lanzillota. La victoria refuerza al equipo en la pelea por los primeros lugares.
Hay que creer porque las razones que ha entregado este equipo, más allá de desniveles e imperfecciones puntuales, merecen la convicción. A los 27 minutos de la segunda parte lo había tenido Copetti, cara a cara con Lanzillota, y la notable reacción del arquero sumó otra frustración. Ni qué decir cuando el 1 de Argentinos, en la continuidad de esa maniobra, echó al córner el rebote tomado por Jona Gómez. Y después fue Charly Alcaraz el que no pudo celebrar desde posición muy favorable. Pero qué importa el después si Racing no defrauda en la búsqueda grande. Y fue…
Alcaraz disputó una pelota entre varios rivales, generó un córner y de allí nació el gol: alto en cielo, el cabezazo de Galván fue un misil que dio en el palo derecho y, de ahí, en la cabeza de Lanzillota. Cuando quedaba nada, el 1-0 premiaba una determinación indeclinable para sostener la pelea arriba ante un Argentinos a la altura del compromiso, en réplicas al espacio, capaz de generar zozobra.
Racing confrontó con un rival que ejecuta planes claros. Argentinos puebla la zona media, también se preocupa por darle destino preciso al balón y, con algunas bajas sensibles en el último mercado, se adapta cuando debe correr de atrás. Ocupó preferentemente el bloque bajo, apostó a la captura y salida inmediata con lanzamientos cruzados. Racing pudo haberlo resuelto de entrada, a los dos minutos, cuando la combinación Miranda-Copetti-Miranda no terminó en la red porque el arquero tapó el remate de Lolo. Y después se agregaron un par de disparos de Alcaraz, otra aparición en ruptura de Miranda y un centro de Hauche que Kevin Mac Allister interceptó en el área chica. Racing, en cada período, sacó luz de ventaja frente a la exigencia de un adversario complicado, porque tuvo el norte fijo y trabajó en consecuencia.
Las ideas están claras y merecen alta consideración: protagonismo a partir de la posesión de la pelota y la ocupación de espacios ofensivos. La ejecución, se sabe, debe hacerse este protocolo: circulación en varios sentidos, desde lo ancho a lo largo, con el requisito de la movilidad para generar espacios y la precisión para que los receptores reciban con ventaja. Eso es Racing, con altos y bajos, y también con las pretensiones que no ceden. Como corresponde a su estirpe.