Sin fronteras
Tal como ya había sucedido en la fecha anterior ante Instituto, Racing volvió a jugar con el carácter y el juego que lo distinguen en la Copa Sudamericana y venció 2-0, de visitante, a Barracas Central. El equipo de Gustavo Costas fue superior de principio a fin.
Racing entendió qué había que hacer en función de un contexto de rival apretado en campo propio, con dimensiones pequeñas: no abusar del traslado, circular con velocidad y, en los mano a mano, romper con verticalidad. Sin la pelota, también debió atender el recurso de Barracas Central, consistente en apostar al lanzamiento largo a Bruera, punta de físico considerable, para cabecear o gestar segundas jugadas.
El patrimonio de la pelota fue de Racing, que se acercó con peligro a través de una penetración de Rojas por izquierda y de Adrián Martínez, que no pudo resolver con precisión una maniobra frente a Ferrario. El 1-0 también llegó con lucidez, porque Almendra resolvió con derechazo externo luego de un toque atrás de Maravilla.
El control resultó absoluto, sin caídas de tensión ni especulaciones a partir del cambio de postura del rival, exigido a dejar espacios en procura del empate. Porque si bien Racing sacó ventaja de un leve retroceso para salir en velocidad con las réplicas, jamás cedió en la presión alta -Salas y Martínez y Solario fueron ejemplares- ni a defenderse a través de la posesión.
El 2-0, con proyección a fondo de Rojas y toque final de Martínez, acomodó el resultado al desarrollo, que pudo haberse alterado con más ataques a fondo (lo tuvo Zuculini y otra vez Maravilla) y por el que Barracas Central apenas aportó un remate de peligro, de Tapia en un palo, en 90 minutos.