Para adelante

Para adelante

Racing empató 0-0 en la visita al puntero Huracán. Hubo chances para convertir de los dos lados y un desempeño del equipo que ganó en solidez respecto de la fecha anterior. La Academia sigue en la pelea bien arriba.
Pudo haber tenido goles de los dos lados; el triunfo, así, pudo haber decantado en uno u otro extremo… El 0-0 en casa del Huracán puntero, al cabo, arrojó aspectos positivos y otros que demandan atención, como el declive en el nivel de varias individualidades respecto del primer semestre. Ante un rival exigente, que mostró razones de su posición, Racing mira el vaso medio lleno por varias razones: supo sobrellevar algunos tramos de dominio ajeno, generó chances para convertir y jamás se resignó a un empate que no servía para trepar a lo más alto de la tabla. Cuando juntó pases se hizo fuerte, pero faltó un cambio de marcha y tomar mejores decisiones en varias de las ocasiones en que se acercó al arco de Huracán.

El cero del primer tiempo tuvo responsables directos en el arco. Gabriel Arias impidió el gol local un par de veces de manera notable ante dos cabezazos, el primero de Echeverría y el segundo de Pereyra, pero también Galíndez apareció tres veces en situaciones que le podrían haber dado la ventaja a Racing: el arquero local les frustró el festejo a Baltasar Rodríguez, a Adrián Martínez y a Johan Carbonero. Los dos equipos, a la vez, también generaron otros ataques profundos definidos con imprecisión.

Con línea de cuatro defensores y tres volantes, Racing buscó construir con Agustín Almendra y Santiago Sosa desde el eje. Con la salida prematura de Juan Nardoni por una molestia física, el equipo buscó que la cadena de pases se prolongara por las bandas, con Gastón Martinera y Carbonero en la derecha y Maximiliano Salas en la opuesta. Huracán tuvo un poco más de fluidez porque Alarcón limpió fácil la salida y tuvo a Mazzantti y Cabral para que la pelota progresara. La paridad, de todos modos, rigió en la mayor parte del período.

En la segunda parte el control de Huracán se diluyó en diez minutos. Racing creció en la contención y en la lucidez para buscar los espacios detrás de los volantes locales. De hecho, la situación más nítida de los segundos 45 minutos conectó a Roger Martínez con Rodríguez, pero la enorme maniobra del colombiano (a 25 metros del área de Huracán atrajo tres rivales y asistió con exactitud) no se compadeció con la resolución del pibe, que la picó ancha.

El cero no modifica la convicción de que, en el balance objetivo, hubo un progreso en el funcionamiento respecto de la fecha anterior.

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