Nada salió bien

Racing estuvo lejos de su nivel, no tuvo juego ni peso ofensivo y perdió sin excusas con Gimnasia. Ni siquiera pudo emparejar con un tiro penal en el descuento,
Todo lo que podía salir mal se dio en la noche de esta 10ª fecha, con la visita de Gimnasia, que arrastraba derrotas consecutivas desde la reanudación luego de la Copa América. Racing tuvo una producción subterránea que ni siquiera se pudo enderezar con un penal en el tercer minuto de descuento.

Sin juego ni conexiones que permitan la circulación, la construcción se vuelve áspera. Eso le sucedió a Racing, a despecho de un inicio que estimuló el optimismo. Una maniobra colectiva, de las pocas del primer tiempo, derivó en un centro que Roger Matínez cabeceó en el área chica para que la pelota se perdiera, apenas, junto al palo izquierdo. No hubo mucho más; no del lado propio. Sí apareció un rival abroquelado, que se hizo más fuerte en ese rubro a partir de un gol prematuro. Benjamín Domínguez, desequilibrante en el mano a mano ante Gastón Martirena y astuto para retroceder casi como interno izquierdo para llegar en velocidad, complicó con remates externos que exigieron a Gabriel Arias y mucho más con un cabezazo para el 1-0 frente a una defensa desbalanceada que se movió de banda a banda sin acertar en las coberturas.

Gimnasia podría haberse llevado una victoria sin angustias porque tuvo as chances para cerrar el resultado, pero Facundo Cambeses (reemplazó a Arias en el entretiempo) le ganó un cara a cara a Domínguez y Marco Di César le puso el cuerpo, literalmente, en el área chica a dos disparos de Castillo. Racing dio señales en el cierre, con ensayos individuales, como un remate de Elordi, un toque de Adrián Martínez sobre el travesaño y una pelota que el 9 no pudo empujar luego de un centro de Maximiliano Salas. La racha negativa de Maravilla se prolongó en el descuento, con un tiro penal que dio en el travesaño y una expulsión con roja directa que pone en riesgo su presencia en el clásico.