Lo que viene, lo que viene…
Racing, con formación alternativa, no pudo mantener la ventaja lograda en el inicio del segundo tiempo y perdió 2-1 con Banfield. A pesar de la rotación absoluta para preservar habituales titulares de cara a la revancha del jueves con Cortinthinas en la semifinal de Copa Sudamericana, el equipo tuvo control del juego, pero en dos maniobras puntuales quedó abajo.
La decisión de cambiar los 11 habituales titulares no admite reproches. Con formación que rara vez se repite -la semifinal de vuelta por Copa Sudamericana ante Corinthians, este jueves, justificó la masiva rotación-, Racing de todos modos impuso condiciones sin que ese detalle relevante lo afectase. Como Banfield eligió replegarse y salir con pases largos hacia las bandas, Racing se asumió dominante con la posesión y presencia compacta, reduciendo espacios hacia adelante. Salvo un lanzamiento de izquierda a derecha que Garate conectó cerca del arco, el local jamás preocupó y eso afirmó la búsqueda ofensiva de La Academia. Al eje Zuculini-Barrios-Rodríguez le faltó la continuidad adelante, porque si bien la pelota fluía, en los metros finales no había situaciones de riesgo en proporción a la tenencia. Un toque de Solari luego de córner servido por Vietto y una contra de Carbonero, solo por izquierda, mal resuelta con un tiro desviado al palo más cercano (parecía mejor opción el disparo cruzado) acercaron a Racing al gol, pero esa cantidad no resultó suficiente en función del control ejercido.
Si el contexto señalado no permitía imaginar un desarrollo desfavorable, mucho menos el gol marcado por Quirós (empujó un rebote en el arquero Sanguinetti luego de que le tapara un remate a Carbonero) en el inicio de la segunda parte. Sin embargo, un Banfield de escasos recursos ofensivos la sacó máxima renta a sus situaciones. Influyó, seguramente, que el 1-1 se produjo enseguida, apenas cuatro minutos después del festejo de Racing. El local ni siquiera tuvo tiempo en entrar en urgencias, sobre todo porque luego de esa igualdad la tendencia se afirmaba en la paridad. Sin embargo, un despeje corto de Cambeses -rechazó con los puños un centro y la bola le cayó a Obando- generó un disparo que el arquero tapó de manera acertada, pero en la continuidad de la maniobra Rodríguez puso el 2-1 con una pirueta.
No hubo mucho más, a despecho del lamento de haber perdido una ocasión de sumar para la tabla anual ante un adversario muy irregular e ineficaz en su producción de este año. El objetivo sigue apuntando al deseo común de final sudamericana…
