Empate a último minuto para mantener el invicto
Racing empató 1-1, en el cierre del partido, ante Banfield. Debió haberse llevado más, sobre todo por el dominio que ejerció en los primeros 45 minutos. El equipo, con mayoría de jugadores con menos minutos de rodaje, mantuvo la idea de juego.
Lo dice bien Fernando Gago: sin distinción entre titulares y suplente ni tampoco entre primera formación y equipo alternativo, Racing puso en práctica esas palabras del entrenador. Porque la carga de la agenda y el compromiso inmediato en Brasil ante Cuiabá por la 4ª fecha del Grupo B de la Copa Sudamericana sí determinaron que el 11 inicial tuviera protagonistas con menos horas de rodaje. La experiencia tuvo alto valor: Racing, pese a esas modificaciones -Banfield, en circunstancias similares, también movió su elenco- no cedió en ideas ni en modos. El esquema diferente, con línea de cinco en defensa que con rapidez mudaba a tres gracias a los metros que ganaban Iván Pillud y Eugenio Mena, sirvió para que la pelota, en la amplitud del recorrido, siempre tuviera receptor. Y en esos movimientos, Racing fue generado huecos para llegar hasta Cambeses. En los primeros 45 minutos pudo haber convertido con un tiro libre de Edwin Cardona, un disparo externo de Javier Correa y, en especial, con una estupenda combinación colectiva que juntó pases y concluyó con pared entre Jonatan Gómez y Pillud, cuyo zurdazo se perdió junto al palo izquierdo.
La ambición permanente se expone cuando el balón circula y también cuando la maniobra surge de pelota parada. Por eso Racing pone superpoblación en las zonas de ataque cuando hay una ejecución. Una réplica de Banfield luego de un córner de Racing, a los 11 minutos de la segunda parte, generó una carrera veloz que, a la vez, determinó el rápido retroceso de volantes y defensores de la Academia. El toque de Cuadra ante Chila Gómez llevó a que Quiroz se esforzara en el cierre, tocara la pelota, pero sin impedir que ingresara.
Aun con imperfecciones y desprolijidades, Racing siguió yendo, Banfield renovó su resistencia -le agregó la demora deliberada-, pero sin evitar que el empate decantara. En el primer minuto del tiempo agregado, una pelota que peinó Carlos Alcaraz derivó hacia Nery Domínguez: otro cabezazo, 1-1 y sensación de un desarrollo más adecuados a los 90 minutos. De todos modos la igualdad fue un reparto desparejo, sobre todo por el pronunciado dominio de aquel primer período de mayor lucidez.