El corte llegó de golpe
En el último partido antes del receso por la Copa América, Racing perdió 2-0 en la visita a Lanús. El equipo estuvo muy lejos de su nivel habitual y fue superado en casi todo el desarrollo.
No fue bueno el cierre previo al receso de cinco meses impuesto por el calendario de la Copa América. Se puede ubicar este desempeño entre los más irregulares del equipo en este 2024 y por el resultado porque, al cabo, el 2-0 en favor de Lanús no representa una cifra para la flagelación. Más inquietud provocó el desempeño, ajeno a los antecedentes recientes.
Después de un inicio con leve control y presencia en campo ajeno, con dos maniobras en las proximidades de Aguerre (un cabezazo de Adrián Martínez y un remate de Almendra), a Racing le costó le desarrollo porque los pases largos, un buen recurso para ubicar a los puntas, perdió eficacia porque no tuvieron riqueza, se repitieron rectos -sin cambios de dirección- y encontraron a Salas y Martínez sombre marcados. Lanús, además, empezó a encontrar espacios detrás de los volantes para que Moreno se ubicara como plataforma de lanzamiento. Lanús ya había dado aviso con disparos de Aquino y Bou cuando un centro en tiro libre servido por Moreno cayó justo en la cabeza de Carrera ya sobre el cierre del primer tiempo.
Lo que había sido una insinuación, apenas un dominio leve que se agravó por el momento en que se rompió el cero, tuvo mayor dimensión en el segundo tiempo, en el que Racing corrió atrás de la pelota, no hilvanó pases, sufrió otro gol por errores propios (rebote largo de Cambeses ante un tiro que podría haber dominado y definición de Walter Bou, sin oposición en la segunda jugada) y llegó sólo en dos ocasiones con remates exteriores, uno de Roger Martínez tapado por Aguerre y otro de Almendra devuelto por el travesaño.
La derrota, incuestionable, cierra la primera parte del año con la convicción reforzada: a fines de julio nacerá la etapa de definiciones, donde el margen de error se reduce al mínimo. Racing lo sabe.