Cerca de lo ideal
Racing le ganó 2-1 a Coquimbo, en Chile, y al cabo de tres fechas mantiene su rendimiento perfecto en el Grupo H de la Copa Sudamericana. El equipo de Gustavo Costas desarrolló un juego excelente en el primer tiempo y, en el segundo, se retrajo, tuvo más oposición, pero de contra siguió generando ocasiones de gol.
La séptima victoria seguida de Racing, por toda competición, llegó con rasgos de perfección. El concepto excede la cosecha ideal de nueve puntos en tres fechas del Grupo H de la Copa Sudamericana: el desempeño colectivo e individual durante los primeros 45 minutos frente a Coquimbo, al que superó 2-1, fueron para consumo gourmet.
En el lapso mencionado y sin fisuras, tuvo todo lo que se le debe exigir a un equipo con pretensiones de figuración: ambición en cancha ajena, patrimonio de la pelota, circulación en diferentes velocidades y orientaciones, coordinación para recuperar sin demoras y diversos ejes de construcción. Porque en cada eslabón de la cadena le agregaba valor a la fluidez. La construcción podía nacer en los defensores, prolongarse en los volantes y afirmarse en los puntas. El 2-1 del primer tiempo fue un exceso de modestia en el resultado. Racing sometió a Coquimbo, le sacó ventaja en el inicio con el gol de Solari luego de una estupenda asistencia de Almendra y acumuló méritos para una ventaja mayor que no se dio por defectos en la definición. El equipo de Gustavo Costas, en esa primera parte, también tuvo coraje para no abrumarse por el insólito 1-1 a los 43 minutos (un pase atrás de García Basso que se le fue por abajo del pie izquierdo a Arias). Resuelto, en un instante, retomó posiciones ofensivas, atacó con claridad en el descuento y Salas obligó al penal de Cabrera que Adrián Martínez colgó del ángulo superior derecho.
La segunda parte trajo un cambio de tendencia, consecuencia de un rival con avance directo por las bandas y de la decisión de Racing de retrasarse. Sin la pelota durante los 20 minutos de arranque de ese capítulo final, Racing sufrió algunos desajustes provocados por los lanzamientos largos de los chilenos. Uno, precisamente, derivó en un zurdazo goleador de Chaves, pero la corrección del VAR (el ex Banfield había acomodado el balón con su brazo izquierdo) dejó la chapa como estaba. Los 25 finales, más allá de algún remate externo del local, mostraron otra vez a Racing en control y con chances nítidas, como las dos que tapó Sánchez, arquero de Coquimbo (la primera a Baltasar Rodríguez y la otra, a Roger Martínez).
Racing se afirma arriba en la Sudamericana. Y se sostiene con su juego.