EMPATE FRENTE DEFENSA Y JUSTICIA

Hubo juego del bueno. Por el aporte mayor Racing, por lo que también entregó Defensa y Justicia. Por los cambios en el desarrollo y por una emoción que no cede. El 3-3, que podría haber sido derrota, expone virtudes y también defectos de Racing. No obstante, expresa un atributo que excede cuestiones de táctica, estrategia y técnica: a puro corazón, Racing sólo se retirará de la batalla por la punta de la LPF sólo cuando no le quede un gramo de espíritu. Hasta que eso suceda, no habrá sueño imposible.

Es obvio que cuando Racing conecta y se enfoca genera juego, llega con frecuencia y claridad y dispone de situaciones para convertir. Pero cuando cae en distracciones, concede chances para la ventaja ajena y el camino se la hace cuesta arriba. El primer tiempo ante Defensa y Justicia remitió a las dos últimas presentaciones, contra Unión y Rosario Cental, cuando combinó lucidez y extravíos. Porque con la circulación con eje en Vecchio, el respaldo de Miranda y el desequilibrio que Carbonero impuso por la banda izquierda. Racing controló el juego y llegó con frecuencia. Por eso se puso 1-0 con una notable maniobra de pase que terminó con la asistencia del colombiano para el zurdazo de Rojas. Sin embargo, siete minutos después estaba 1-2, producto de una acción fortuita (Gutiérrez lanzó un centro que se coló en el segundo palo de Arias) y de un mal retroceso con descuido de Mura en la custodia de Togni: desborde y centro al área chica para el gol de Alanis.
No hubo proporción entre ataques y conversiones, porque el local fue ejemplo de máxima eficacia. Racing acumuló más (Unsaín se lo tapó a Piovi y Copetti no pudo definir con precisión en otro avance nítido) y no cedió en su ambición. La asistencia larga de Miranda a Vecchio, a poco del cierre de esa etapa, estableció el 2-2, más adecuado al desarrollo.

En la segunda parte, hasta los 20 minutos, esa tendencia se mantuvo, con Unsaín como argumento excluyente del empate. Sus manos ante remates de Vecchio, Oroz y Carbonero que pedían red representaban el ejemplo cabal de que Racing iba a más. Pero desde entonces se dio una caída de tensión que le permitió a Defensa y Justicia alejarse de su arco y empezar a ver de cerca el de Arias. Un rompimiento de Julián López, con asistencia a Togni, marcó el 3-2 a menos de un cuarto de hora del final. Y entonces se desató un vendaval que VAR mediante puso las pulsaciones a mil. Así como en el primer tiempo el segundo tanto local y también el de Racing demandaron verificación, en el lapso de cierre hubo pantalla caliente. El 4-2 que Defensa hizo de contra (33m) fue anulado por mano previa, en el área local, de López ante un remate de Oroz. El penal que tomó Vecchio no derivó en el 3-3 porque se fue alto. Pero Racing tuvo una más que también necesitó revisión: un tiro libre servido por Vecchio para el cabezazo de Moreno y empate en tres pasó el examen tecnológico y aún mantiene a la formación de Fernando Gago en la pelea, bien arriba.