9 claves para entender un equipo de Beccacece

9 claves para entender un equipo de Beccacece

La posesión y la posición, los entrenamientos, la interpretación por sobre la mecanización y otras claves para comprender a Beccacece. 

1) Más posición que posesión: Beccacece entiende a la posesión como una herramienta fundamental para controlar los partidos. Si la pelota la tengo yo, no la tiene el rival; y si el rival no la tiene, no me puede hacer daño. Sin embargo, valora si un equipo juega bien o no a partir de la cantidad de situaciones de riesgo que genera y en qué momento lo hace. Aborrece la tenencia por tenencia, lo que Guardiola llama el “tiqui-taca”. Entonces la posesión pasa a ser solo el camino a través del cual el equipo trata de desarrollar un buen juego posicional, enfocado en, a través de ocupar ciertas posiciones del campo (fijando rivales), encontrar hombres libres y ventajas posicionales para dominar territorialmente el juego. Por ejemplo: Beccacece entiende que jugando con dos extremos bien abiertos y un centro delantero entre los dos centrales, es difícil que la línea defensiva del rival pueda saltar a intentar anticipar pases que vayan dirigidos a las zonas entre líneas.

2) Presión tras pérdida: Uno de los tracks que más se repiten en la banda sonora de un entrenamiento de Racing es el desaforado grito de “pelota, pelota, pelota”, que a veces se escucha claro y otras veces no tanto porque la “a” final se estira hasta deformarse. Lo que sostiene a Racing y a los equipos de Beccacece durante tanto tiempo en el campo rival es la búsqueda de ejercer una presión sobre la pelota inmediatamente luego de la pérdida. Para que esto pueda suceder, se necesita que los jugadores estén dispuestos en posiciones adecuadas al momento de la pérdida, una situación que se ve beneficiada por la búsqueda de un equipo que suma muchos pases y que se mantiene corto. Beccacece habla de “viajar juntos”, un concepto de Juan Manuel Lillo, para explicar su ideal de un equipo que no se precipite, sino que busque unirse con el pase para trasladar juntos la pelota de un área a la otra.

3) Amplitud: Al campo hay que aprovecharlo al máximo. Por eso para Beccacece la amplitud es innegociable. Siempre habrá dos jugadores abiertos, pegados a las líneas de cal, estirando a la defensa rival para que aparezcan pasillos por dentro. Esos jugadores pueden ser los laterales, volantes internos caídos a banda o extremos, con preferencia por estas últimos. Muchas veces se asocia la función del extremo a un jugador rápido, pero en realidad el oficio requiere de características más profundas: el wing tiene que tener la capacidad de desnivelar en los metros finales, de imponerse en el uno contra uno (situación que el equipo va a intentar entregarle), para lo que además de velocidad se necesita intuición, habilidad, creatividad. Además, Beccacece le exige a sus extremos llegar al segundo palo cuando la jugada se desarrolla por el lado opuesto y compromiso defensivo para retroceder como volantes.

4) Equipo que gana, se toca: para Beccacece no hay dos rivales ni dos partidos iguales. Y sabe que al trabajar en un fútbol donde abunda el análisis, repetirse es facilitarle demasiado el trabajo al adversario de turno. Para su cuerpo técnico, cada semana de trabajo trae un nuevo desafío: detectar las debilidades y virtudes del equipo que estará en frente, pensar cómo se pueden aprovechar o neutralizar y analizar si es necesario mover alguna pieza para lograrlo. “Debemos apuntar a algo menos egoísta. No poner rótulos de titular ni suplente sino a algo más integral”, dijo Beccacece en una conferencia de prensa hace poco tiempo. Una declaración que va en sintonía con un tweet de Darío Cvitanich, como respuesta a un hincha que lo quería ver más tiempo en cancha: «Es fútbol, tenemos y tendremos chances de jugar, los que les toca entrar lo hacen de gran manera y eso hace que el día a día se disfrute mucho también, toque donde toque. Es una premisa que hace tiempo ya nos pusimos como grupo y es un placer ser parte de este cambio».

5) Pensar el colectivo sobre cualquier individualidad: En 2018, en una gira con la Selección Argentina, Beccacece fue a ver un partido de semifinales de Champions League y le dijo a un amigo que el equipo que más le gustaba era el Tottenham de Pochettino. Explica mucho de su forma de entender el fútbol: era el más colectivo de todos, sin grandes figuras. Cuando el entrenador de Racing analiza procesos, suele repetir que “el fútbol le pertenece a los jugadores, pero más le pertenece a los equipos”, una idea que se ve reflejada en algunos conceptos. Por ejemplo los jugadores de Racing tienen que entender que a veces al estar alejados de la pelota, fijando una marca, están ayudando a que un compañero reciba libre y el colectivo crezca.

6) Interpretación por sobre automatización: Beccacece nunca habla de movimientos “mecanizados”, sino que prefiere llamarlos “interpretados”. Al entrenador de Racing no le sirve que un jugador cumpla una función sin entenderla, porque considera que en un partido todo cambia, entonces ellos son los que dentro del campo tienen que saber cómo resolver los nuevos contextos que proponga el rival, siempre siguiendo una misma línea conceptual. Además, considera vital que su equipo pueda mostrar flexibilidad y variantes desde la disposición de los jugadores en el campo para dificultarle el trabajo a los rivales, en un fútbol donde todo está muy estudiado. Es normal ver que los jugadores de Racing roten mucho en sus posiciones, sobre todo los laterales, internos y extremos. Que esos movimientos se realicen con fluidez se debe a la comprensión del juego y no a una automatización.

7) Relaciones interlaborales: Para Beccacece tener un grupo de jugadores que se quiera es tan importante como tener una cancha para entrenar. Todo parte de ahí. El compromiso, el sentido de pertenencia hacia el propio grupo y disfrute por lo que se hace son algunos de los valores más ponderados por el entrenador. Además, el técnico de Racing busca que las instituciones donde trabaja lo marquen, por eso se sumerge en el día a día del Club, habla con los empleados, genera vínculos. “Escucha a todos”, señala un empleado que observa de cerca los movimientos de Beccacece en el Club.

 

8) Libertad: Una vez el Flaco Spinetta definió al talento como “el hombre en libertad”. Varios músicos que formaron diferentes grupos con él coinciden en que a la hora de liderar otorgaba mucha libertad para buscar arreglos o incluso sugerir acordes. Beccacece no escucha a Spinetta, prefiere a Los Piojos o Farolito, pero en su manera de conducir maneja un concepto similar. El talento define partidos, y para que éste florezca deben existir libertades. Por eso el entrenador de Racing le dice a sus jugadores que de tres cuartos de cancha hacia adelante tienen libertad total para crear y tomar decisiones.

9) Sparrings: Beccacece le dio a Racing un nuevo concepto a la participación de los juveniles en los entrenamientos del primer equipo. Ya no son un grupo de chicos que completan el plantel, son sparrings. Durante la semana, las prácticas se dividen en tres bloques con tres grupos diferentes. Primero, son los sparrings quienes realizan los ejercicios para después demostrárselos a los del segundo y tercer grupo. Además, el día anterior al ejercicio de fútbol táctico, el cuerpo técnico le explica a los sparrings cómo juega el rival del próximo fin de semana, equipo que tendrán que imitar en el entrenamiento.

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